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La uva Cabernet Sauvignon es una de las uvas tintas más conocidas del mundo. Crece en casi todas las grandes zonas vitícolas. Se hizo famosa por su presencia en el vino de Burdeos, concretamente en la zona de Medoc. La clave de su éxito es que es una variedad de fácil cultivo. Por ello, se adapta a un diverso espectro de suelos, climas y latitudes.
Origen y Zonas de cultivo de la uva Cabernet Sauvignon
La uva Cabernet Sauvignon es el resultado de un cruce natural entre la Cabernet Franc y la Sauvignon Blanc, apareció por vez primera en Burdeos, Francia a mediados de los años 1600, hoy en día es la cepa vinífera más plantada en el mundo, por esa razón la uva Cabernet Sauvignon es conocida como la reina de las uvas tintas.
Esta singular uva se puede encontrar en viñedos de muchas regiones vitivinícolas del mundo, destacándose entre ellas Francia, Chile, EUA, Australia, España, China, Argentina, Italia y Sudáfrica. A nivel mundial ocupa una superficie aproximada de 341000 Ha, ocupando el 4% del total de viñedos plantados en el mundo.
Características de la uva Cabernet Sauvignon
Es una variedad que presenta una gran adaptabilidad a distintos tipos de suelos, climas y latitudes. Es una cepa con cuerpo, robusta, y que presenta una brotación media-tardía.
Sus racimos son pequeños, con tamaño de bayas uniforme y de compacidad media. Sus bayas son pequeñas, de sección circular, de piel azulada y muy oscura. Esta uva posee una pulpa ligeramente coloreada en la maduración, con un sabor herbáceo intenso.
La planta es muy vigorosa y de porte erguido, con muchas ramas, de desborre tardío y maduración de media estación. Es una variedad sensible a los ácaros, a la Eutipiosis y al Oidio, sin embargo, es bastante resistente a los hongos de la madera y sobre todo a la Botritis Cinerea.
La planta de la Cabernet Sauvignon no evoluciona bien ante sequias marcadas, no demanda suelos especiales, pero es sensible a la carencia de magnesio, obteniéndose muy buenos resultados en terrenos de grava, sin excesos de agua.
Posee un hollejo muy grueso del que se extraen muchos taninos dulces lo que permite su largo envejecimiento. Es una uva por excelencia para obtener vinos aptos para el envejecimiento.
Cómo se expresan los vinos Cabernet Sauvignon, notas de cata
Fase Visual: La uva Cabernet Sauvignon da vinos de color intenso y muy vivos, con muestras de cuerpo. Sus colores son rojos oscuros, rubí con tonalidades violáceas en su juventud, que evolucionan a color ladrillo con el tiempo.
Fase Olfativa: Si el vino es joven tiene intensos aromas a grosellas, cerezas, ciruelas, y frutos rojos, en ocasiones a pimiento verde o nos recuerda las hierbas aromáticas. Si el vino tiene guarda en madera, se pueden percibir aromas a chocolates, tabaco y en parte a mina de lápiz, pero conservando su característico aroma a grosella.
Fase Gustativa: Normalmente presenta sabores a pino, cedro, grafito, chocolate negro y aceitunas negras. Con el envejecimiento el vino logra un buen paladar y estructura redonda, especialmente si se reduce su aspereza con la mezcla con otras uvas como la uva Merlot y Cabernet Franc, corte que es común en la región de Burdeos, en Francia. Esta uva produce vinos de gran cuerpo y de taninos que nos provocan una marcada sensación de astringencia, además de una acidez moderada y alta persistencia en boca.
Sus sabores varían dependiendo del clima donde se desarrolla, a decir, en los climas cálidos se obtienen vinos más afrutados, con mayor nivel de alcohol y taninos más maduros y en los climas más fríos tiende a exhibir los sabores a frutos rojos y un cuerpo más ligero.
La uva Cabernet Sauvignon se distingue además porque si la vendimia es temprana, con las uvas poco maduras, se producen vinos con pronunciados sabores vegetales. Sin embargo, si las uvas se recogen muy maduras, los vinos pueden tomar sabores amermelados y pueden tener aromas a grosellas negras guisadas.
Maridajes de los vinos Cabernet Sauvignon
En general el Cabernet Sauvignon es ideal para acompañar las comidas de sabor intenso o con cuerpo, sabrosas y con grasa (carne de res o de animales de caza, quesos grasos como el Camembert o maduros como el Emmental), pastas con salsas fuertes, picantes, guisos, estofados y chocolates.
Si se trata de un guiso de carne, se recomienda mejor un Cabernet Sauvignon más joven. Es ideal para todas las carnes rojas en general, carnes asadas o la parrilla, embutidos, cordero, arroces potentes como el arroz al horno y la fideuá de foie.
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