La franja del vino y el cambio climático

En este momento estás viendo La franja del vino y el cambio climático

Tradicionalmente se conoce la Franja del Vino como la zona geográfica donde los elementos climáticos importantes para la viticultura como las temperaturas, la lluvia, la humedad y el viento tienen efectos favorables sobre los viñedos, nos referimos a regiones con un clima templado, el cual favorece el desarrollo y la adecuada maduración de las uvas, reflejándose directamente en la calidad de los vinos.

Esta zona está ubicada entre las latitudes 30° y 50° de la tierra, tanto en el hemisferio norte como en el sur e incluye por el norte a países tales como Francia, Italia, España, EUA, Alemania, Portugal, Austria, etc. y por el sur a países como Chile, Argentina, Sudáfrica, Australia, etc. Por otro lado, en países como México, Brasil y la India también es posible cultivar la vid gracias a sus microclimas únicos.

Efecto del cambio climático en la producción vitícola

La producción de la uva vinífera está relacionada directamente con la naturaleza, las características de los suelos y el clima. En este sentido, uno de los asuntos que más preocupan a los productores de vinos es el cambio climático.

Todas las manifestaciones del cambio climático afectan el cultivo de la vid, no sólo el incremento de la temperatura media anual sino también los demás desórdenes que son perceptibles en la actualidad. Cuando la planta está en su proceso de crecimiento y tiene mayor necesidad de agua se experimentan escasas precipitaciones, por el contrario, llueve cuando no debería lloverle a la vid, en épocas de crecimiento vegetativo se encuentra excesiva humedad, se pueden encontrar además granizos inesperados que destrozan los viñedos o heladas tardías muy dañinas, por otro lado las enfermedades de los viñedos van cambiando.

Debido al calentamiento global, regiones donde antes era impensable plantar viñedos, están empezando a ser cultivables para vinos de buena calidad, existiendo una tendencia a encontrar cada vez más viñedos un poco más al norte. Por otro lado, en las viñas actuales de mayor altitud se encuentra un menor riesgo del efecto del incremento de las temperaturas.

Entre los cambios directamente relacionados con el calentamiento y la sequía está el aumento en la graduación alcohólica de los vinos, ya que en la uva se puede encontrar más azúcar provocando que se produzca más alcohol como resultado del proceso de interacción con las levaduras. Otro desajuste es el del adelanto de la vendimia alrededor de quince o veinte días si lo comparamos con tres o cuatro décadas atrás.

En la última década se observa un despertar de la producción vinícola y un crecimiento hasta de un 40% en regiones como Bélgica, el este de Alemania, Reino Unido, Noruega, Dinamarca y Suecia, en el caso de Noruega ya está experimentando con unas veinte variedades de uvas más.

En este nuevo escenario no hay una solución inmediata para los viñedos pero sí se puede trabajar con las variedades existentes en cada región e incluso, con el desarrollo de nuevas variedades resistentes a las altas temperaturas y al estrés hídrico. El enólogo ha de plantear junto con el viticultor el futuro de sus vinos.

Existen razones suficientes y esperanzadoras, los actuales retos medioambientales han desencadenado una sensibilización hacia el enfrentamiento al cambio climático, la historia y el amor por el cultivo de la vid y por la enología se están reflejando en una filosofía de trabajo de las bodegas de cuidado del medio ambiente, a la vez que se estudian los caminos para mantener en alto la producción vitivinícola.

Comentarios